A raíz del Acuerdo de París de 2015 sobre cambio climático comenzaron a publicarse un conjunto de propuestas regulatorias sobre finanzas sostenibles.
Tras este acuerdo, en mayo de 2018 la Comisión Europea aprobó un plan de acción para la financiación de un crecimiento sostenible que forma parte de los esfuerzos de la Unión de los Mercados de Capitales por conectar las finanzas con las necesidades específicas de la economía europea en beneficio del planeta y de la sociedad. Sus objetivos son:
- reorientar los flujos de capital hacia inversiones sostenibles a fin de alcanzar un crecimiento sostenible e inclusivo ;
- gestionar los riesgos financieros derivados del cambio climático, el agotamiento de los recursos, la degradación del medio ambiente y los problemas sociales;
- fomentar la transparencia y el largoplacismo en las actividades financieras y económicas. Desde entonces se han desarrollado diversas iniciativas regulatorias con el fin de seguir avanzando en esta dirección.
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